viernes, 11 de abril de 2014

PRECIOS DE LA ROPA POR LAS NUBES



La industria de la moda nacional se ve claramente afectada por la situación actual marcada por la inflación que parece no encontrar estabilidad. Sumado a esto, tenemos además al amenazante cambio climático que altera a las temporadas definidas de acuerdo con las estaciones del año y que permitía a las tiendas hacer un financiamiento organizado en la gestión de las mismas. Acortando quizás al período en el cual el producto se vende a su precio original y en donde la mayoría solía tener una previsión de ventas del 70% antes de lanzar las rebajas.

Es una crisis declarada y la incertidumbre generada empeora aún más las cosas.Se da toda una serie de acontecimientos desafortunados que impactan en el precio de la ropa, desde aumentos en la materia prima y el combustible. Además las marcas desde siempre han contado con una estrategia de marketing muy fuerte exigida por la competencia y cuya inversión es grande. Es decir, siempre la ropa de marca ha sido costosa, ya que no sólo es ropa lo que ofrecen sino un estilo de vida, captado por el cliente y con el cual se siente a gusto y disfruta de ser atendido en una hermosa tienda.

Sin embargo aquí hay una contradicción ya que por más bello que sea todo, ocurre que el personal no es siempre muy amable. Es que la industria textil se ha ganado la fama de otorgar sueldos muy bajos (y ni hablar del uso de talleres clandestinos pero es un tema muy delicado en el cual no nos vamos a meter). Eso es una gran falla que va a comenzar a ser insostenible porque la crisis se extiende hacia todo el país y el descontento es general, además que el cliente se pone más exigente y se hace difícil de convencer.

De esta manera es cómo las etiquetas se ven obligadas a reinventarse para seguir manteniendo la rentabilidad y la distribución de la misma o quizás plantearla de otra manera. Entonces podríamos decir que la cadena de suministro se ve afectada a lo largo de todo su proceso por la inflación y lo más importante, como decíamos antes no olvidemos de la intervención de un gran número de profesionales.

Hoy en día probablemente sea complicado realizar un estudio de mercado cuando la situación del consumidor sufre cambios bruscos y repentinos y ya no se puede tener muy en claro lo que es viable comercialmente con ese sector e incorporarlo al producto que se ofrece.

Otro tema que preocupa muchísimo a las tiendas es la suma de los costos inmobiliarios, concentrados en shoppings, y financieros, dominados por los bancos. Estamos hablando y analizando lo que está ocurriendo en las marcas más conocidas que vemos en casi todos los centros comerciales a lo largo de nuestro país.

Nos referiremos entonces a María Cher, Jazmín Chebar, Ayres, De La Ostia, Ay Not Dead, Uma, Complot, Vitamina, Prüne, Rapsodia, Portsaid, Tucci, Markova, Kosiuko, Las Pepas, entre otras, todas ellas como sabemos a pesar de la crisis mencionada han hasta ahora funcionado con aparente normalidad. Todas han inaugurado la temporada Otoño Invierno 2014 en la Argentina. Cada una de ellas desfiló su colección y nos trajo una nueva propuesta para vestir en esta estación del año. Los medios de comunicación se ocuparon de promocionar sus productos y transmitieron cada detalle a través de revistas, periódicos, programas de televisión y sobretodo redes sociales. Con las vidrieras ya listas y cubiertas con tapados, botas y pantalones ahora sólo queda esperar la reacción y respuesta de los posibles compradores.

El susto de la audiencia fue automático y ya se comenta entre el público la gran sorpresa que se llevan con los precios establecidos que esta vez se han ido por las nubes. Sucede que el cliente ya no se encuentra motivado o ya no tiene la posibilidad de adquirirlo o decide no hacerlo. Aparentemente, las marcas mencionadas anteriormente en la lucha por conservar márgenes de rentabilidad parecen haber encontrado la solución en elevar los precios de manera drástica y en dirigirse cada vez más hacia un sector social más elevado.

El tema es: ¿realmente serán capaces de satisfacer las necesidades de este grupo? Este público se presenta mucho más exigente y se ve de igual manera amenazado por dicha inestabilidad económica y a la hora de efectuar su compra está siendo mucho más pensante. Pretende alta calidad y cuenta con la posibilidad de comprar en el extranjero durante sus viajes, en donde resulta ser que los precios son por sorpresa más bajos, y la Argentina se ganó así la fama de ser uno de los países en donde más cara se vende la ropa.

De todas maneras podemos decir que se ha estado gestando en este sector una promoción de apoyo a la industria nacional y por supuesto que muchos consumen a sus productos. Sin embargo, en estos últimos tiempos estas compañías han generado mucho enojo, ya que por un lado se ha descubierto que en muchos casos no son modelos auténticos y muchas veces son copias fieles de creaciones de empresas de afuera y por el otro lado, han ofrecido una calidad un tanto dudosa y los clientes no han recibido respuesta a la hora de hacer un reclamo. La furia se debe a que son precios que deberían incluir calidad, diseño, exclusividad y originalidad.

Es por todo esto que ahora se tiende a poner el ojo en el llamado “diseño de autor”. En Argentina no existe la Alta Costura porque a pesar de que existan profesionales capacitados, carecemos de un público que la consuma. Estos talentosos canalizan su creatividad a través del correctamente llamado prêt-à-porter y se presentan como diseñadores con nombre propio ofreciendo innovación y calidad a sus compradores a precios que compiten con dichas marcas. Es un movimiento que a pesar de en este momento estar auge, aún sigue enfrentando la fuerte presencia de las marcas en el mercado, el proceso se hace muy lento y sólo los encontramos en tiendas exclusivas situadas en la Capital Federal.

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